Te aseguro que en algún momento has
escuchado lo siguiente: “Fíjate que desde que le subieron a supervisor no pega
una.”
 La sociedad está organizada para tender a trepar. La gente se afana por 
alcanzar una mejor posición. Peter (Laurence J. Peter) al observar que la incompetencia se 
daba en todos los niveles de todas las jerarquías (políticas, legales, 
educacionales, industriales, de funcionarios…) formuló la hipótesis de 
que la causa radicaba en alguna característica intrínseca de las reglas 
de juego para promocionar a la gente.
La sociedad está organizada para tender a trepar. La gente se afana por 
alcanzar una mejor posición. Peter (Laurence J. Peter) al observar que la incompetencia se 
daba en todos los niveles de todas las jerarquías (políticas, legales, 
educacionales, industriales, de funcionarios…) formuló la hipótesis de 
que la causa radicaba en alguna característica intrínseca de las reglas 
de juego para promocionar a la gente. De manera que formuló el principio que lleva su nombre, EL PRINCIPIO DE PETER: ”En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender a su nivel de incompetencia.” ¿Cómo se va articulando el proceso? Pues de la siguiente forma, los individuos, ascienden desde un nivel de competencia a otro de incompetencia; es decir que al final los puestos en las organizaciones tienden a ser ocupados por gente que es incompetente para desempeñar sus funciones.
El hecho es que se suele promocionar, bien a gente con
padrino o bien a gente que realiza con competencia su trabajo en responsabilidades inferiores. En cualquier caso, el puesto nuevo a desempeñar tiene tareas y responsabilidades diferentes y al final ocurre lo que a la nata, que sube hasta que se corta. La competencia de un empleado es determinada no por gente de fuera de la organización sino por el superior en la jerarquía.
Pueden ocurrir dos cosas:
1.Que el superior se encuentre aún en el 
nivel de competencia, entonces valora a sus subordinados en atención al 
trabajo útil que realiza y su grado de eficiencia.
2.Que el superior haya alcanzado su nivel
 de incompetencia, entonces valora al empleado con criterios 
institucionales, es decir como el comportamiento que secunda las reglas,
 rituales y formas de statu quo.
Lo normal es que la evaluación la 
realice el “adaptado”, y por ello prevalece la consistencia interna, las
 reglas de juego establecidas. 
La jerarquía debe ser preservada. De esta forma, la gente termina por hacerse gris en sus vidas: se convierten en autómatas, siempre obedecen, nunca deciden (para eso cobran los jefes), porque la supercompetencia es más peligrosa y recusable que la incompetencia y la jerarquía debe ser preservada.
La jerarquía debe ser preservada. De esta forma, la gente termina por hacerse gris en sus vidas: se convierten en autómatas, siempre obedecen, nunca deciden (para eso cobran los jefes), porque la supercompetencia es más peligrosa y recusable que la incompetencia y la jerarquía debe ser preservada.
También hay que estudiar el tema del 
“impulso” o el enchufe, es decir, la relación de un empleado por sangre,
 amistad, matrimonio.. con una persona situada por encima de él en la 
jerarquía. Ese tipo de empujoncitos, se detestan, lo normal es que 
produzca aversión entre los compañeros, y que le corten trajes. Pero, la
 envidia desconoce la lógica, es decir, que los empleados no se oponen 
realmente a la incompetencia, simplemente murmuran sobre la 
incompetencia para enmascarar los sentimientos hacia los empleados que 
reciben el impulso y el enchufe.
Las normas básicas para buscarse un padrino son:
1.Encontrar al padrino, es decir, elegir a quien puede servir a tus intereses.
2.Motivar al padrino, es decir, el 
padrino tiene que sacar algo a cambio, información, adulación, ascenso 
gracias al apoyo de los subordinados…
Decía Paco Umbral que ningún tonto se recupera de un éxito, y nada entraña tanto fracaso personal como el éxito cuando has sido elevado en tu puesto de trabajo hasta alcanzar tu nivel de incompetencia. Y así comienza la insatisfacción en el mundo laboral con repercusión en la vida personal.
La insatisfacción y la infelicidad de las
 organizaciones se da entre los trabajadores por planificar su vida de 
cara a la escala en la jerarquía. Cuando escalas, te das cuenta que eso 
no es para ti, y te amargas… pierdes amistades entre los compañeros, que
 te ven con recelo, y como consecuencia te obligas a seguir escalando, 
es decir a ser más incompetente, y para ello utilizas la técnica del 
necio, adaptarse a la necedad, a los rituales, a las formas de la 
organización.
Tenemos como ejemplos a : Hitler, consumado político, se convirtió en un pésimo estratega militar; Sócrates, filósofo por antonomasia, se convirtió en un abogado incompetente, cuando perdió su juicio y fue condenado a muerte; Marco Aurelio, gran filósofo y pésimo emperador; Platón fue convertido en esclavo por querer meterse a gobernante...
Tenemos como ejemplos a : Hitler, consumado político, se convirtió en un pésimo estratega militar; Sócrates, filósofo por antonomasia, se convirtió en un abogado incompetente, cuando perdió su juicio y fue condenado a muerte; Marco Aurelio, gran filósofo y pésimo emperador; Platón fue convertido en esclavo por querer meterse a gobernante...
La necedad triunfa.


 
 
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