No nos conformemos con migajas. En mi opinión el empleado de empresa privada ha rechazado la idea de unirse a un sindicato por temor y falta de información al respecto. Las matriculas más grandes de sindicatos están en las agencias de gobierno. La empleomanía privada ha pensado erróneamente que pueden prescindir de una buena unión. La empresa privada sea a provechado de esto y ahora alteran y remueven beneficios y compensaciones afectando asi al estado financiero del empleado privado.
Es tiempo de levantarse y exigir un trato justo. Lamentablemente el empleado privado no goza de los derechos y condiciones de trabajo que el servidor público. De hecho el empleado privado y sobre todo el no unionado no tiene derechos. La empresa privada lo despide y ya. Se le exige más producción y menos remuneración.
Hoy por hoy empresas de venta al detal ya no les quieren pagar comisiones justas por ventas a los empleados. Estos empleados son tan profesionales como cualquier otro. En estas empresas de venta de computadoras, equipos electrónicos y de comunicación móvil se requieren muchos conocimientos y habilidades. No es tan solo despachar una mercancía. Estos vendedores se les asignan cuotas de ventas por las cuales ya no se les quiere pagar. Pero la cuota está ahí. Lo que quitaron fue la comisión. Incluso duplicaron las metas de ventas. ¿Es justo? Claro que no.
Estoy seguro que si las empresas tanto de gobierno como privadas establecieran un sistema de remuneración por producción la situación económica actual seria más favorable. Mientras más produces más ganas. Esa matemática no falla.
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